miércoles, 25 de abril de 2018

BRAZO DE GITANO DE CHOCOLATE Y NATA

Hola a tod@s!

Lo que me está costando últimamente escribir los posts! Bueno, más que escribirlos, encontrar tiempo para hacer recetas un poco chulas.

Como algunos ya sabréis, he empezado a trabajar unas horas a la semana y me estoy reorganizando un poco. Y si además añadimos alguna receta que no salió como debía, estar con la peque en casa y demás, pues eso se traduce en varios días sin aparecer por aquí. Pero ya sabéis que en Instagram siempre estoy…

Hoy vamos a hacer un BRAZO DE GITANO DE CHOCOLATE Y NATA. 



La elección de este postre no ha sido casual. Este fin de semana tenemos una comida en un txoko y tenía intención de llevar el postre, así que pensé en hacer algo que ya hubiera hecho antes pero dándole una vuelta. Hace tiempo publiqué la receta del BRAZO DE GITANO SENCILLO, así que la idea es parecida pero un poco más elaborada (tampoco mucho más). Es un brazo de gitano donde el bizcocho va a llevar un poco de cacao, el relleno es de nata con un pelín de vainilla y va cubierta con un glaseado de chocolate. Para gustos colores, pero a mí me parece que está súper rico. Así que vamos con los ingredientes!!! (nota: no os preocupéis chicos, este no es el que llevaré, haré otro!)

INGREDIENTES

Para el bizcocho:
  • 4 huevos tamaño L 
  • 100 g de azúcar + 2 cucharadas más
  • 80 g de harina 
  • 20 g de cacao en polvo sin azúcar Pedro Mayo
  • 8 g de levadura tipo Royal (como ½ sobrecito) 
  • Un poco de azúcar glacé 
Para el relleno:
  • 300 ml de nata para montar 35% M.G.
  • 20 g de azúcar glacé 
  • 1 cucharadita de aroma de vainilla 
Para el glaseado:
  • 100 g de chocolate negro para repostería (yo uso el de Nestlé)
  • 100 ml de nata para montar 35% M.G.
  • 20 g de mantequilla sin sal
  • Fideos de chocolate (o lo que os apetezca para decorar) 



Empezamos por el bizcocho, que se hace igual que el del brazo de gitano que os puse la otra vez, sólo que sustituimos un poco de la harina por un poco de cacao. Pero os lo vuelvo a poner.

Precalentamos el horno a 180°.

Separamos las yemas de las claras. Por un lado, tenemos que batir las yemas con las dos cucharadas de azúcar hasta que estén claritas y reservamos. Por otro lado, tenemos que montar las claras a punto de nieve.

Cuando las claras ya estén montadas, vamos echando los 100 g de azúcar poco a poco mientras seguimos batiendo.

Cuando esté todo bien mezclado y las claras bien montadas, añadimos la mezcla de las yemas y lo mezclamos con una espátula de silicona, poco a poco, procurando que las claras no se bajen.

Cuando esto último ya esté, añadimos la harina junto con la levadura y el cacao, que previamente hemos tamizado. También lo añadimos con la espátula de silicona, con movimientos suaves y envolventes para que las claras no se bajen.

Engrasamos la bandeja del horno, ponemos encima papel de horno y echamos la mezcla. Os quedará muy finita. De eso se trata. Metemos al horno y lo dejamos unos 10 minutos.

Cuando lo saquemos, con una espátula, separamos las esquinas.

Tenemos que tener preparado otro papel de horno cubierto de azúcar glacé. Volcamos nuestra plancha de bizcocho sobre este papel y quitamos el papel que lo cubre (el que estaba en el horno).

Nota: en vez de volcarlo sobre el papel, si creéis que es más fácil hacerlo de otra manera, como por ejemplo, poniendo una tabla encima y dando vuelta como si estuvierais dando vuelta a una tortilla de patatas, adelante!

Hacemos un rollo con el bizcocho y el papel sobre el que lo hemos volcado y lo dejamos así hasta que enfríe. 

Mientras se enfría el bizcocho, preparamos el relleno. 



Simplemente tenemos que montar la nata. Cuando esté un poco montada, añadimos el azúcar glacé y la cucharadita de vainilla y acabamos de montar. Tiene que quedar bien firme.

Para montar bien la nata, lo ideal es que tanto la nata como el bol y las varillas con las que la vayas a montar estén bien frías.

Cuando el bizcocho esté frío, deshacemos el rollo y añadimos toda la nata por encima con una espátula. Volvemos a hacer el rollo (ya sin el papel de horno por medio) y lo dejamos encima de una rejilla (la del horno nos vale), que habremos puesto encima de una bandeja cubierta con papel de horno (la bandeja del horno también nos vale).

Ahora ya, por último, hacemos el glaseado de chocolate. Es muy sencillo. Ponemos en un bol el chocolate troceado junto con los 100 ml de nata y lo metemos al microondas a máxima potencia en intervalos de 30 segundos para que no se queme el chocolate. Es decir, metemos 30 segundos, sacamos y removemos y así hasta que removiendo ya podamos derretir todo. Con un par de tandas de microondas, en mi caso, ha sido suficiente.

Cuando esté deshecho el chocolate, añadimos la mantequilla y, con el propio calor del chocolate y removiendo, se deshará.

El glaseado lo echamos poco a poco por encima del brazo de gitano, cubriéndolo bien. El sobrante que cae por los lados, caerá sobre el papel de horno que hemos puesto en la bandeja.

Para finalizar, yo he echado unos fideos de chocolate pero podéis echar lo que más rabia os dé!

Dejamos reposar un poco, hasta que el chocolate acabe de caer y, con una espátula por cada lado (o lo que tengáis en casa, una espumadera por ejemplo), trasladamos el brazo de gitano a un plato, fuente, etc… y lo metemos al frigorífico unas horas para que el chocolate acabe de enfriarse. Yo, de hecho, lo he tenido toda la noche. Y lo he mantenido guardado en el frigorífico todo el rato por el relleno de nata (si es que no os lo coméis de una sentada).

Espero que os haya gustado!!!

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Besos, 
Ane



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